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10 invertebrados gigantes con los que no querrás encontrarte

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Los invertebrados son todos aquellos animales que no tienen columna vertebral ni esqueleto interno. Aunque suene extraño, en realidad son mayoría: representan más del 90 % de las especies animales conocidas. Y si lo analizamos bien, tiene lógica, pues se trata de todos los insectos, moluscos, crustáceos, gusanos, erizos, estrellas de mar, etc., que podamos encontrar. Pero cuando estos animales alcanzan tamaños inimaginables, pueden llegar a convertirse en los protagonistas de varias pesadillas. Estos son 10 invertebrados gigantes que, aunque varios son inofensivos, seguramente no querrás ver de cerca.

1. Isópodos gigantes

Son totalmente inofensivos para los humanos y los encuentros son bastante difíciles, dado que viven suelos oceánicos (entre 200 y 2.000 metros de profundidad) pero no por eso vamos a negar que su aspecto es aterrador. Los isópodos gigantes son parecidos a las cochinillas que podemos ver en nuestras casas, pero en vez de medir entre 1 o 3 centímetros como mucho, estos sobrevivientes del Jurásico llegan a medir hasta 60 centímetros. Se alimentan de animales muertos en el suelo.

2. Araña cazadora gigante

Descubierta relativamente hace poco en Laos, en 2001, la araña cazadora gigante es la pesadilla de cualquiera que le tenga fobia a los arácnidos. Es la araña más grande del mundo gracias a sus largas patas, llegando a medir más de 30 centímetros. Su nombre se debe a que no elabora telarañas, sino que caza a sus presas (generalmente otros insectos o pequeños vertebrados) saltándoles encima. Afortunadamente, no representa un peligro para los humanos. Se encuentra principalmente en el sudeste asiático y Oceanía.

3. Avispón gigante del norte

También conocido como avispa gigante asiática, este himenóptero tiene una de las apariencias más intimidantes, lo cual es bueno como advertencia, porque su veneno es muy fuerte (se han registrado incluso casos de personas fallecidas en Japón), su picadura es muy dolorosa y se ha convertido en un problema para los agricultores y apicultores, puesto que ataca a las abejas. Con un tamaño promedio de 5 centímetros y un zumbido bastante alto, es muy territorial y agresiva, por lo que se tiene que tener mucho cuidado.

4. Calamar colosal

Seguramente has oído hablar miles de veces sobre el calamar gigante, pero… ¿sabías que existe uno más grande, llamado calamar colosal? Esta criatura puede alcanzar los 10 metros de largo, como fue el caso de uno capturado en Nueva Zelanda 2007 y que ahora está en un museo. Sin embargo, fue un caso extremadamente raro, porque se sabe el calamar colosal vive en lo más profundo del océano Glacial Antártico, a unos 4.000 metros de profundidad. Casi no suben a la superficie porque eso significa que mueren por la descompresión.

5. Polilla Atlas

Aunque su nombre en español es mariposa Atlas, es en realidad una polilla, es decir, es nocturna. Puede que en la imagen la veas hermosa, pero saber que tiene una envergadura de hasta 30 centímetros, la mayor de cualquier mariposa o polilla, puede hacer que lo pienses dos veces antes de acercarte. Sin embargo, a pesar de su aspecto intimidante, es inofensiva. Algo curioso es que no tiene boca, así que para sus escasos 5 días de vida, depende de la grasa que almacenó mientras era una oruga.

6. Ciempiés gigante

Que algo se arrastre con cien patas ya es suficiente motivo para erizarte la piel, pero que además llegue a medir 30 centímetros, sea bastante agresivo con los humanos y tenga una picadura bastante dolorosa hace que todo sea peor. Si bien no es mortal, no es una experiencia que querrás vivir. El ciempiés gigante del Amazonas se encuentra en Sudamérica y algunas islas del Caribe. Se alimenta de otros insectos y vertebrados pequeños como aves, ratones y murciélagos, a los que ataca con una increíble rapidez.

7. Tarántula gigante

Que a una araña la conozcan también como tarántula Goliat o tarántula pajarera es mucho decir. Apenas un par de centímetros más pequeña que la araña cazadora gigante, la diferencia aquí es su contextura, ya que puede pesar entre 100 y 180 gramos, lo que la hace más voluminosa e intimidante, y su ubicación, puesto que esta es más común e incluso hay personas que las tienen de mascotas. Su dieta se basa principalmente en otros insectos y vertebrados como aves pequeñas (de allí su nombre de pajarera).

8. Medusa melena de león gigante

Aunque existen decenas de otras especies de medusas que son mucho más pequeñas y realmente peligrosas para los humanos, no se puede negar que encontrarse frente a frente con una melena de león gigante, con su longitud de hasta 37 metros desde la cabeza hasta la punta de los tentáculos, debe ser una experiencia atemorizante. El veneno en sus tentáculos solo causa un poco de dolor a las personas, aunque los encuentros son bastante raros. Estas medusas viven casi siempre en la zona abisal de los océanos Ártico y Atlántico.

9. Gusano Bobbit

Su nombre suena bastante simpático, pero el también llamado gusano de arrecife gigante parece sacado de una película de terror: entierra la mayor parte de sus 3 metros de longitud (aunque apenas tiene unos 2 centímetros de ancho) en el lecho marino, dejando sus antenas afuera. Cuando siente el paso de una presa, sale y ataca con sus afilados dientes. Y sus presas son relativamente grandes: peces, calamares, pulpos, pintarrojas… Además, si está en peligro, puede desprender partes de su cuerpo y regenerarlas, porque está formado por segmentos. Afortunadamente, su distribución es limitada: vive en el océano Indo-Pacífico.

10. Cangrejo gigante japonés

Parece una araña por sus largas patas, pero este cangrejo es en realidad el artrópodo vivo más grande del mundo. Su cuerpo como tal solo mide unos 30 centímetros, pero con las patas extendidas su longitud puede llegar a los 4 metros. Son considerados un platillo de lujo en Japón, pero el gobierno de ese país establece vedas para protegerlos. Sin embargo, su pesca no es muy común porque viven a profundidades frías que oscilan entre los 50 y los 500 metros, en la costa del Pacífico de Japón. Es el único invertebrado de la lista que se puede comer, pero en realidad tampoco es que tengamos muchas ganas.